viernes, 28 de marzo de 2008

175. Los equipos de audio imposibles e inexistentes que inventaba Corbal-- y que Pinky juraba conocer.

176. Corbal-- vestido de marinero.

177. La carpeta de Pinky bajo los pies de un Corbal-- a los saltos.

178. La chocolatada marca UNO del buffet. No contenía ni leche ni chocolate.


179. Los Pericos del charriot. Un tubo de hojaldre fuera de la ley con una escupida de dulce de leche en los extremos, petróleo de cobertura en las puntas y un vacío infinito en el medio. ¡Cómo esperábamos al carrito cagados de hambre! Los sandwiches tenían un pan exultante, eso sí.

180. Extractor de broca. Justo a nosotros, en 1977, nos tocó una partida de mayor espesor del material bruto. Limamos como cerdos con limas degeneradamente gastadas. Recuerdo que el único que lograba sacar viruta en cada pasada era el gordo Lóp--. Literalmente se subía a la lima con todo su peso. Más adelante apelábamos de manera clandestina o con la complicidad de los alumnos de Tercero a rebajadas en la amoladora.


181. Cacho Stein--.

182. Las madres de los de Primero cuando estábamos en Sexto.

183. Hablando del abanderado, que en realidad tendría que haber sido Ortigo--, pero ante nuestro "Negro, te van a cagar, no te rompas el culo estudiando que vos sos guaraní y la bandera se la van a dar a otro", Ortigo-- se relajó sobre el final.

184. 1er. año Hojalatería. Primeros días de clase. Entra D'Agosti-- y Marzola le mira la nuca rapada: -Para mañana se corta el pelo, le dijo mirando al resto. Al otro día D'Agosti--vino con la nuca a cero blanco.

185. Viaje desde Carlos Paz hasta Mina Clavero por el camino de las altas cumbres en el micro decrépito de "Turismo Pájaro Madrugador" (TPM). El viaje del terror, haciendo marcha atrás en los precipicios y haciendo mierda los laterales del micro que no pasaba de ninguna manera por los puentes colgantes. Si un hijo mío tuviera que hacer eso ahora me tengo que clavar 6 lexotanil al hilo para soportarlo. El micro volvió 5 cm más angosto, lo juro.
Hernán





186. La interpretación de la sigla “TPM” durante el viaje: turismo post mortem; turismo para masoquistas; te ponemos mal, etc., etc.

187. El acompañante del chofer: Pancho. un grasa de aquellos. "No se puede decir boludo mierda en el desayuno, no se puede", nos arengó, después de que avergonzáramos groseramente a una pobre parejita de mieleros que no olvidará nunca el episodio. Tan grasa era, que después de las reiteradas sesiones de casino de Carlos Paz le decíamos "Pancho (negro) el once".

188. Rossy, completamente borracho por los pasillos del hotel, tratando de entrar por la fuerza a la cocina a robar algo y gritándole a la tetona esposa del dueño del hotel "Pechugonaaaaa!!!" entonado musicalmente.

189. Charly haciéndole señas obscenas a un ómnibus que venía detrás, suponiendo que en él viajaba, no uno, sino varios colegios de apetitosas egresadas. Era un tour de jubilados, que, al pasarnos, nos miraron con espanto.

190. La foto de los culos!!! Nos sacamos una foto en Alta Gracia, o Capilla del Señor, en una sierra, todos metiendo la cabeza en una cueva y pelando el culo. Pago por esa foto. Pago guita grossa, la quiero.


Hernán

191. ¿Fue el Negro Salt- el que, desde arriba del puente (mínimo 20 metros) tiró al río el cartel que hospitalariamente decía "Bienvenidos a Carlos Paz"?

192. El día después al primer día de gimnasia en marzo, luego del paseíto hasta el arroyo Morón. Nos dolía todo. No podíamos toser y menos reírnos.


¡Corre Lola, corre!


193. El 1º de abril algunos compañeros le fueron a avisar a los padres del negro Data que al hijo, en colimba en la base, lo habían mandado al sur. A la mañana siguiente los viejos escucharon por radio lo de Malvinas...

194. El negro Dat- la última noche en Bariloche. Estado de "idez" absoluta. Ducha de agua helada, con Roj- dándole bifes de cuadril y de chorizo. Nada. Fue colocado en el micro a la mañana siguiente y enviado como “bulto sentado” a Buenos Aires.

195. El famoso "sánguche" de D’Agosti-- y su típica respuesta ante una solicitación caritativa: NI A MI MADRE!!!

196. La Barili!!! (bibliotecaria, para los que no la recuerdan).

197. Los partidos de fútbol relatados por el locutor Hernán que, llegado el momento, sonaba el silbato y todo el aula gritaba: Penal!!!. Volvía a sonar el silbato y Goooolll!!! Todo transcurría en la clase de inglés que daba la Paloma para unos pocos que se acercaban adelante.

198. Radicce a los manotazos tratando de pegarle como acostumbraba a la puerta, mientras vociferaba: "Hacer silencio!". El detalle era que la puerta había sido removida y ocultada tras la columna.

199. Bil- y Cich- debatiendo con Pipí Fayó dónde se colocaban las galgas para regular la luz de válvula de un motor.

200. Las idas a la quinta de Garita en González Catán. Las matanzas de sapos (¡pío!). Hoy nadie de nosotros sería culo de andar por esos lugares.

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