domingo, 28 de septiembre de 2008

Porque nosotros cuidamos el medio ambiente

Desde el más profundo olor a bolas del vestuario del taller, desde los sótanos sin salida de emergencia donde burbujeaba el acetileno, han salido de esos cerebros forjados en el encierro, ideas brillantes aún hasta estos días donde vemos con terror que hasta Tato tiene canas (dos o tres, aún duerme en freezer). Hemos combinado tanto talento para lograr esta lámpara de bajo consumo y cuyo reflejo hacia abajo, que es donde se necesita iluminar en un cabaret para no tropezarse, es de un rojo que emociona de lo bonito. La llamita, acoquinada en una cajita para que no mande reflejo amarillo y termine haciendo a uno encontrarse con conocidos, tendrá una pequeña apertura para encender los cigarrillos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tambien se podria llevar una de estas lamparas (las que salgan defectuosas y permitan ver a los demas) Nelson a miami asi ahorra un poco de luz en su nueva oficina