
Corría 1982 y la flota inglesa ya estaba en Malvinas. Un día nos llegó la noticia que se estaba preparando un arma secreta. Corrimos a la plataforma esquivando las cajas de misiles de Kaddafi y los SA-7 llegados de Perú.
Allí estaba, el Hércules C-130 con pilones de bombas. El Tano al verlo largó una carcajada que le costó unas cuantas amonestaciones. Los demás volvimos al hangar con una mezcla de decepción y deseos de buena suerte en la puntería.
Cuando le metió las bombas a un buque petrolero que abastecía a la flota inglesa, los testigos hablaron de un bombardero cuatrimotor a hélice. Desde acá les dijeron a los ingleses que no sean ridículos, que a los Avro Lincoln ya les habíamos dado de baja.
Foto: http://ayernoticiahoyhistoria.blogspot.com
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