jueves, 27 de marzo de 2008

377. Otro logro del dólar barato de Martínez de Hoz fue la irrupción de las calculadoras (primero las Texas Instruments con display de LED y luego las Casio con display de cristal líquido). Ni hablar de la llegada de las científicas, que resolvían un logaritmo en pocos milisegundos cuando nosotros pasábamos horas con la Tabla de Howel (“ouel”, decía Conti). Fue la muerte de las viejas calculadoras Fate, otro orgullo Industria Argentina, con display analógico (!), que funcionaban con cuatro o seis pilas “AA”. Y Marsi-- se cargaba una de esas desde Temperley...

378. Curioso: en la Base había "preceptores" en lugar de "celadores", como en todo colegio normal.

379. “Gobernar es poblar” (Alberdi, by Calitecno)

380. Pinky Pig------.

381. Las guerras de aceite en el Taller. Una aureola de aceite en el overall significaba una aureola idéntica en la camisa celeste y en la eventual camiseta de algodón. Las armas eran unas aceiteras de lata con un pulsador con resorte. Un golpecito seco sobre éste aseguraba un proyectil tan discreto como letal.

382. Inglés Técnico. El karma de muchos. En Primero había una profesora medio boluda a la que denominábamos “la Chilindrina”. El ogro de Segundo era una gorda parecida al personaje de Shebba de la Guerra de las Galaxias [NDLR: Shebba Desilijic Kalshi]. Simplemente la llamábamos “la Paquidérmica”.

383. “¡Mi reino por un chaleco!” (Fonta----)

384. Laguarde no era el Director sino el “Regente a cargo de la Dirección”.

No hay comentarios: